El Consejo (parte 3)

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El hombre natural, carnal y espiritual

El Hombre Natural 

El hombre natural es aquel que vive sin Dios, que vive su vida "en la carne". La "carne" en este sentido significa la naturaleza pecaminosa (inferior), la naturaleza que se convirtió en parte del hombre después de la caída (pecado) de Adán y Eva. Ahora bien, esta naturaleza pecaminosa se transmite a todos los hombres.

• 1 Corintios 2:14 Mas el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede conocer, porque se disciernen espiritualmente. 

  Gálatas 5:19-21 Y manifiestas son las obras de la carne, que son éstas; Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia20, idolatría, hechicería, encontendido, discordia, imprudencia, ira, contiendas, sediciones, herejías21, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes, de las cuales os digo antes, como ya os he dicho en otro tiempo, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

  Romanos 8:8 Así que los que están en la carne no pueden agradar a Dios.

  Jueces 21:25 En aquellos días no había rey en Israel: cada uno hacía lo que bien le parecía.

  Proverbios 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin son caminos de muerte.

  Proverbios 16:25 Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin son caminos de muerte.

El cristiano carnal 

El cristiano carnal es aquel que vive su vida "según la carne": Aunque el cristiano carnal ha recibido a Cristo y es partícipe de la naturaleza divina de Dios, no ha logrado continuar creciendo espiritualmente. El cristiano carnal sigue los dictados de su naturaleza carnal más a menudo que los de su naturaleza espiritual.

• 1 Corintios 3:1-3 Y yo, hermanos, no podía hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os he alimentado con leche, y no con carne, porque hasta ahora no podíais soportarla, ni podéis ahora.  Porque todavía sois carnales, porque habiendo entre vosotros envidias, contiendas y divisiones, ¿no sois carnales y andáis como hombres?
• Romanos 8:5 Porque los que son según la carne se acuerdan de las cosas de la carne; pero los que son según el Espíritu, las cosas del Espíritu.
• Gálatas 5:16-17 Digo, pues, esto: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne, y éstas son contrarias la una a la otra, de modo que no podéis hacer lo que quisiéramos.
• Romanos 7:15-25   Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.  Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

El Cristiano Espiritual 

 El cristiano espiritual es aquel que vive su vida "en el Espíritu" - ¡vendido a Jesús! Jesucristo es su Señor y Salvador, y su vida depende totalmente de Él. 

• Gálatas 2:20 Juntamente con Cristo estoy crucificado, y vivo yo; pero no yo, sino que Cristo vive en mí, y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
• Romanos 8:1-2 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
• Romanos 12:1-2 Os ruego, pues, hermanos, por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
• Romanos 6:12-14 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias. Ni entreguéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de injusticia, sino someteos a Dios como los que viven de entre los muertos, y vuestros miembros como instrumentos de justicia a Dios. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, porque no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
• 1 Corintios 6:19-20 ¿Qué? ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio, pues, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, que son de Dios.
• I Corintios 3:16-17 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno profanare el templo de Dios, Dios lo destruirá; porque santo es el templo de Dios, el cual sois vosotros.
• Efesios 5:18 Y no os embriaguéis con vino, donde hay exceso; sino sed llenos del Espíritu; 
• Gálatas 5:22-25 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Y los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. Si vivimos en el Espíritu, caminemos también en el Espíritu.

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